Trabajar en equipo

A papá le gustaba al caminar por el malecón, y en su andar, ver como los pescadores jalaban las redes para recuperar los pescados frescos del día; una mañana, recuerdo su imagen de manera animosa observar cuando las redes llegaban a la playa, me dijo -ven, vamos a ayudar-, yo corrí a su lado, tome una parte de la red y empecé a jalar «ayudando a los pescados adoradores». «. Sin tener claro lo que haría, solo bastó poner atención y escuchar a uno de los pescadores, era el que daba órdenes y coordinaba las acciones, el líder. Había pescadores en el agua, otros en lanchas pegadas a la playa, los que estaban en la tierra, además de otros niños y algunos adultos que colaboraban en la faena de forma voluntaria, como yo.

El líder nos decía: «1, 2, 3 jalen, juntos», volteando a ambos lados de la playa, firme decía a los que estaban en el agua: «levanten las manos, vamos todos juntos», esto sin olvidar a los que estaban en las lanchas, ni a los que estábamos en tierra, «con cuidado, vamos todos, juntos», «1, 2, 3 jalas, juntos». Era una danza, rítmica, armónica, estética, algunos expertos y otros sin la menor idea de lo que se hacía coordinados para el fin común -traer la red a la playa con la pesca fresca-.

Antonio Arenas Ceballos

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