Contrario a lo que muchos aún creen, a terapia no van los débiles o valientes, ni los que “no pueden con su vida”.
A terapia van los conscientes.
Los que están listos para una nueva aventura, para dejar de sobrevivir y empezar a vivir con más conciencia.
Ir a terapia es sentarse frente a uno mismo… sin máscaras
Es mirar lo que se ha guardado por años.
Es nombrar lo que dolió y no se dijo.
Es aceptar que tu historia no te define, pero sí te ha marcado.
Y por eso, es tiempo de revisarla.
Ir a terapia no es solo hablar.
Es escuchar lo que nunca te habías dicho con claridad.
Es tener el valor de reconocer patrones, conductas, heridas, miedos, formas de amar y de destruir… incluso a ti mismo.
Es una revisión directa, clara y honesta con tu propio “yo”
Ese «yo» que has construido como pudiste,
con lo que aprendiste, con lo que heredaste,
con lo que imitaste de quienes te formaron y deformaron.
Y aunque a veces no entiendes lo que haces,
aunque a veces te sientes ajeno a ti mismo,
aunque sientes que pierdes el control…
ahí está la pista: estás listo.
Ir a terapia es crecer, avanzar, evolucionar
Es dejar de justificarte desde el pasado.
Es entender tu origen sin usarlo como excusa.
Es abrir el alma sin adornos, sin discursos.
Y es también volver a encontrarte con quien fuiste, con quien eres… y con quien puedes llegar a ser.
A terapia van los que desean vivir más livianos, los que desean aligerar la carga y reconocen que es tiempo.
Van quienes saben que algo debe cambiar, y están listos para intentarlo. Van quienes, cansados de sostener la vida desde el dolor o potenciado en el sufrimiento, quieren empezar a sostenerla desde el amor propio, la dignidad y la conciencia consciente..
Si estás pensando en ir a terapia, no lo dudes.
Estás a punto de iniciar el viaje más consciente:
Es un viaje done el destino es, a ti mismo.
#IrATerapiaEsValentía#ReflexiónEmocional#AntonioArenasCeballos#PsicologíaConSentido#DesarrolloPersonal#TerapiaParaSanar#CrecimientoInterior